martes, 23 de junio de 2015

CINCO VINOS QUE SON CARAMELOS



Aunque el consumo de vinos dulces en nuestro país es extremadamente pequeño -las estadísticas muestran que no llega al 1,5% del mercado-, me da la impresión que poco a poco los consumidores locales van descubriendo momentos para disfrutarlos.

Como ya mencionáramos en una nota anterior, por ley en Argentina los vinos dulces lo son siempre de manera natural (conservando parte del tenor azucarino propio de la uva).

Estos vinos son ideales para acompañar postres y snacks dulces, aunque también pueden funcionar para la copa del aperitivo. Quienes estén dispuestos a llegar un poco más allá, les recomiendo enfáticamente probar de combinar vinos dulces y quesos fuertes (brie, azul, camembert, gorgonzola). ¡Les aseguró que se sorprenderán con el maridaje!

Si tienen ganas de endulzarse un poco, les propongo cinco vinos que son caramelos:

Finca Natalina Dulce Natural 2014 ($36): En el segmento más económico de estos productos se encuentra este sencillo blanco sanjuanino de Bodega Putruele. Un vino ligero, fresco y moderadamente goloso. De aromas frutales directos; propone una boca extremadamente vaporosa y etérea, con bajo tenor alcohólico, dulzor suave y ajustada acidez. ¡Para “abrir boca” antes de la cena, junto a unos bocaditos agridulces!

Dilema Espumoso Dulce Natural S/A ($60): No es la primera vez que menciono este burbujeante vino dulce de Bodega Estancia Mendoza, pues me parece destacado dentro de su categoría y con una excelente relación precio-calidad. Está vinificado por el método charmat -segunda fermentación en tanques- con un corte de uvas chardonnay y sauvignon blanc. Sus aromas son frescos y remiten a las variedades utilizadas; con una nariz bien frutada -manzanas, cítricos- y sutilmente herbácea. En la boca es liviano y fácil de beber, con suave efervescencia y un dulzor adecuadamente contrapesado por la acidez y las burbujas. ¡Servido bien frío, es ideal para hacer los brindis más dulces!

Cantine Mirta Bertolino Marsala S/A ($104): A pesar de nuestras raíces italianas, en los últimos años hemos abandonado bastante la costumbre de beber vinos “generosos”. Estos productos, que otrora fueran habituales en la mesa argentina, hoy han quedado relegados casi exclusivamente a “emborrachar” tortas o preparar helados. A pesar de ello, algunas bodegas nacionales aún conservan la tradición de elaborarlos, obteniendo vinos especiales de notable calidad -incluso premiados en concursos internacionales-. Tal es el caso de este Marsala de la bodega mendocina Domaine Le Billoud, producido a la antigua usanza italiana. Un vino licoroso de color marrón oscuro, complejo y muy  seductor. Ofrece una enorme riqueza de matices olfativos, donde destacan las frutas desecadas -pasas, higos-, secas -nueces, avellanas-, el café, el caramelo y algunos sutiles tonos tostados. Al probarlo es exuberante y delicioso; con un paso de boca envolvente, aterciopelado y dulce -aunque sin llegar a empalagar por el buen balance que ofrece su elevado grado alcohólico-, dando paso a un final prolongado y grato. ¡Un vino perfecto para la sobremesa, acompañando postres, café -y por qué no- un buen cigarro!  

Desierto Pampa Late Harvest Viognier 2013 ($120): Hace ya algún tiempo que vengo hablando de los vinos pampeanos, pues están irrumpiendo en el mercado local con propuestas de gran atractivo. Tal es el caso de este blanco de cosecha tardía fragante y exquisito, obtenido con uvas Viognier sobremaduradas. Regala una paleta aromática amplia, donde destacan los aromas florales, melosos y de frutas pasas. En la boca es un producto untuoso y pleno de sabores; repite sensaciones maduras, con un moderado dulzor frutal, acidez vivaz -que equilibra perfectamente el conjunto- y una dilatada persistencia. ¡Perfecto para maridar con postres o tartas frutales! 

Malamado Solería S/A ($210): La bodega mendocina Familia Zuccardi se caracteriza por su búsqueda constante de vinos originales, innovando con cepajes no tradicionales  o prácticas vitivinícolas novedosas para nuestro medio. Las escasas botellas disponibles de este soberbio vino generoso dulce son una muestra acabada de ello. Rescatando una antigua tradición de las soleadas regiones de la Europa Mediterránea, elaboraron este vino con racimos elegidos de uvas Torrontés cosechadas tardíamente, lo fortificaron luego con aguardiente vínico -conservando así gran parte del azúcar natural sin fermentar-  y finalmente lo envejecieron pacientemente durante 40 meses en barricas de roble a la intemperie. El resultado es un vino de bella tonalidad ambarina brillante. Ofrece una nariz muy intensa y rica en sutilezas, con reminiscencias de frutas desecadas -damascos, membrillos, dátiles-, miel, confituras -cáscaras de cítricos glaseadas-, frutas secas -almendras, nueces- y algunos trazos avainillados. Continúa en una boca sabrosa y llena, con marcados recuerdos licorosos y de pasas que sostienen una larguísima permanencia. ¡Un vino dulce único, que vale cada peso pagado por él!        

¿Y para ustedes, cuáles son sus vinos dulces predilectos?

**** Esta nota fue publicada originalmente en la web amiga de Circuito Gastronómico ****

domingo, 14 de junio de 2015

DOCE VINOS “BBB” (BUENOS, BONITOS Y BARATOS):

Como ya es habitual en cada nuevo cuatrimestre, vuelvo con una nota donde propongo vinos de buena factura a precio accesible.

Debido a los repetidos aumentos con los que nos toca convivir, cada vez es más difícil encontrar vinos en valores amigables al bolsillo. 

Afortunadamente, nuestra enorme industria vitivinícola nacional todavía se las arregla para ofrecer productos con buena relación precio-calidad, para que todos podamos disfrutar de una rica copa de vino. 

Si el presupuesto viene ajustado para estos meses, aquí una docena de propuestas en vinos buenos, bonitos y baratos:

Michel Torino Serie Dorada Blanco S/A ($17): Un vino blanco extremadamente sencillo y etéreo. Tiene aromas frutales directos; que dan paso a una boca escueta y veloz, de correcta acidez, paso algo “caliente” -por el alcohol- y permanencia breve. ¡Puede andar para un “sodeado”, con hielo y sin muchas pretensiones! 

López Edición Especial Sauvignon Blanc 2014 ($38): Quienes conocen el estilo de los vinos de esta añosa bodega mendocina, saben de su sobriedad y delicadeza. Este blanco sigue perfectamente la línea de la casa, con atenuados aromas herbáceos y frutales ácidos (manzanas verdes, cítricos). En la boca es vaporoso y ligero; con paso suelto y refrescante acidez. ¡Un vino óptimo para la copa del aperitivo!

Las Moras Viognier 2014 ($44): Ya he recomendado este vino sanjuanino en varias oportunidades, pues entrega mucho más de lo que pide por su precio. Nítidos aromas florales y frutales, que se suman a una boca etérea y liviana, de entrada amable, agradable acidez y permanencia media. ¡Para tener siempre unas botellas en la heladera!

Corazón de Mendoza Chenín S/A ($47): Un producto sanrafaelino delicioso y muy bebible, en un valor de mercado realmente conveniente. Esta elaborado con la variedad Chenín Blanc, de amplia difusión en el oasis sur de Mendoza. Un vino fluido y vivaz, con recuerdos olfativos de frutas blancas, hierbas y miel. En la boca es gustoso, con buena acidez y moderada persistencia. ¡Blanco que seguro gustará a todo el mundo!

Carcassonne Tinto S/A ($26): Clásico de los clásicos de la mesa argentina, este tinto de Bodega Esmeralda se ha ido aggiornando a través de los años, pero sin resignar su buena relación precio-calidad. De perfil frutal simple, complementa con una boca rápida y de paso alivianado, con correcta acidez, taninos imperceptibles y breve permanencia.  ¡Un tinto para “regar generosamente” los asados multitudinarios!

Suter Syrah-Cabernet S/A ($30): La histórica Bodega Suter vuelve a sorprender con sus vinos baratos y cumplidores, como este rico bi-varietal tinto. Propone una nariz de mediana complejidad, que combina aromas frutales maduros y especiados del Syrah, con toques herbáceos del Cabernet Sauvignon. En la boca muestra una silueta delgada, con paso raudo, balanceada acidez, taninos apenas rugosos y persistencia media. ¡Genial para acompañar unas empanadas criollas!  

Cavas de Caroya Pinot Negro-Merlot S/A ($33): No me canso de sugerir este sencillo vino de Bodega La Caroyense, pues representa el espíritu de los vinos tradicionales de la “Colonia”. Aromas afrutados y levemente herbáceos dan paso a una boca ligera, de agradable acidez y grata permanencia. Recomiendo refrescarlo brevemente antes de su consumo, para un mayor disfrute. ¡Perfecto con una picadita de salame y queso!    

Finca Beltrán Malbec 2014 ($35): Uno no suele ser muy exigente en este segmento de vinos; sin embargo, este Malbec mendocino de Familia Zuccardi satisface bastante por el precio pagado. Un tinto sencillo y de aromas frutales directos; que continúa en una boca vivaz, de correcta acidez, taninos suaves y breve permanencia. ¡Un Malbec para la mesa diaria!

Cafayate Syrah 2013 ($42): Novedad de la emblemática bodega salteña Etchart, es ideal para quienes disfrutan de los Syrahs de perfil bien maduro. Nariz de frutas pasas, especias y sensaciones terrosas, continuando en una boca sabrosa y de cuerpo medio, donde se repiten las sensaciones especiadas, con acertada acidez, taninos apenas astringentes e interesante persistencia para el rango. ¡Para quedar bien sin gastar demasiado, en el asado de amigos o en el almuerzo familiar de los domingos!

Giagnoni Cabernet Franc 2013 ($48): Es bastante difícil probar vinos elaborado con uvas Cabernet Franc en precios tan bajos, por su escasez en el encepado nacional. Aún así, este sencillo tinto elaborado en el este mendocino por una bodega cooperativa puede ser un interesante acercamiento al cepaje. De color violáceo oscuro, exhibe aromas frutales maduros y algo balsámicos; que se abren a una boca escueta y veloz, de correcta acidez, sabor levemente “picante”, taninos pulidos y breve persistencia. ¡Para descubrir  el Cabernet Franc, sin dejar la billetera en el intento! 

Santa Julia Tinto Dulce S/A ($44): Luego de algunos años de ausencia en el mercado, me sorprendió gratamente volver a ver en las góndolas cordobesas este interesante tinto dulce de la bodega Familia Zuccardi. Liviano y moderadamente goloso, es sumamente grato al paladar pero sin empalagarlo. Tiene sutiles fragancias de frutas en almíbar y mermeladas; que se complementan con una boca de agradable dulzor, alcohol atenuado -9,5% alcohol- y una acidez perfectamente calibrada, que armoniza perfectamente el conjunto. ¡Ideal para la sobremesa, acompañando una tableta de chocolate!

Colón Sparkling Dulce ($47): Varias veces he aconsejado los vinos espumosos de esta bodega sanjuanina, pues ofrecen destacada calidad para su segmento de precios. Ahora la empresa incorpora al portfolio sus burbujas dulces, sumándose a la amplia oferta de estos productos en el mercado doméstico. Un vino efervescente elaborado por el método industrial charmat, con un acertado corte de uvas Chenín, Torrontés y Sauvignon Blanc. Regala nítidos perfumes frutales -uvas, duraznos, cítricos- y algunos trazos vegetales. Al probarlo se lo percibe juvenil y chispeante, refrenda los sabores frutales, con dulzor aligerado y una refrescante acidez -que balancea el conjunto e invita a repetir-. ¡Para brindar y brindar, sin mucho gastar!

¿Y ustedes, cuáles son los vinos “BBB” que más disfrutan? 

**** Esta nota fue publicada originalmente en la web amiga de Circuito Gastronómico ****